En la navidad de 1993, la tragedia llegó a un pequeño pueblo cerca de Cheshire, en Inglaterra, cuando un asesino en serie irrumpió en la fiesta del pueblo y asesinó a casi todos los habitantes del pueblo excepto a 8 niños y dos adultos.
Los sobrevivientes huyeron del pueblo convirtiendolo en un pueblo fantasma.
Los niños rescatados fueron adoptados por sus parientes cercanos, pero los adultos juraron nunca decir la verdad sobre lo que pasó en ese lugar.
Han pasado 17 años y todos han olvidado el tema. Los niños han crecido y no recuerdan nada de lo ocurrido. Sin embargo, el destino los ha vuelto a unir, no muy lejos del asesino que un día estuvo a punto de matarlos.